El pasado 14 de junio, tuvo lugar en el Parque de Los príncipes de Sevilla el acto de homenaje a los policías víctimas del terrorismo colocando un “monolito en su memoria, instaurando con este gran evento, el tercer acto más importante que celebrará anualmente el CNP, junto a su aniversario de creación y la festividad de sus Patronos, Los Santos Ángeles Custodios.

En el mes de enero el Gobierno instauró el 16 de junio como el día para recordar a los agentes que han fallecido a causa del terrorismo, efeméride de la fecha en la que ETA asesinó en 1981 a la primera mujer policía, la inspectora jefa María José García Sánchez a sus 23 años, durante un operativo antiterrorista en Zarautz.

Hija de un guardia civil, pertenecía a la primera promoción de mujeres inspectoras del Cuerpo Superior de Policía. Tras asistir a la Academia fue destinada a la Brigada de Estupefacientes de Sevilla y, posteriormente, a la Brigada Central de Información. En sus dos años de servicio activo había acumulado diez menciones oficiales por su trabajo. Aquel 16 de junio de 1981, mientras María José y su grupo se disponían a registrar una vivienda sita en una urbanización de Zarautz en la que supuestamente se escondían miembros del Comando Goierri, fue asesinada de un tiro en la cabeza por terroristas que huían del lugar por las escaleras del edificio.

El delegado del gobierno de España en Andalucía, D. Pedro Fernández, ha presidido el acto en conmemoración del Día de las víctimas del terrorismo en la Policía Nacional, que se ha celebrado en el sevillano Parque de los Príncipes, en unión al Jefe Superior de Policía de Andalucía Occidental, D. Andrés Martín Garrido Cancio, así como autoridades civiles, policiales y militares, entre los que se encontraba la Asociación Española santos Ángeles azules.

Con este acto, que es la primera vez que se celebra, se ha querido rendir tributo a aquellos hombres y mujeres que dieron su vida por la seguridad y la libertad en España y recordar, a su vez, «a las familias que perdieron al ser querido, a los compañeros de trabajo que perdieron a un amigo, y a los ciudadanos que perdieron un protector».